¿Qué es de la vida del ex marido de Lorena Bobbit?


La historia de "Frankenpenis", un ejercicio de ciencia ficción y pornografía de 1996 que fue dejado de lado inexplicablemente por la crítica cinematográfica seria, sirve a modo de fábula ilustrativa sobre la vida de John Bobbit. En el film, un científico regenera a un hombre castrado injertándole diferentes partes humanas, entre las que se encuentra un miembro viril particularmente desarrollado. Dotada de la capacidad para tener sexo, la criatura se dedica a ello hasta que en el final del film, en una escena particularmente ardua, vuelve a perder sus dotes en forma inexplicable. El personaje principal es interpretado por John Bobbit, que repite al final "Oh, no otra vez" en una auto parodia sobre el incidente que marcó un antes y un después en su vida y la de muchos hombres impresionables.
La noche del 23 de junio, John Bobbit sufrió la amputación de su pene a manos de su mujer, la ecuatoriana Lorena Bobbit, en un caso que despertó conmoción mundial por sus circunstancias. Lorena utilizó un cuchillo de cocina para realizar la sangrienta proeza mientras su marido dormía, escapando de la casa con la prueba del delito (es decir, el miembro de su marido, al que arrojó por la ventana mientras salía con el auto). La policía logró hallarlo al costado de la calle tras una búsqueda paciente y John Bobbit, un ex marine que tenía 26 años en ese momento, pasó por una operación en la que pudo reimplantársele exitosamente el pene.

El juicio que siguió a este caso tuvo una repercusión mundial. En declaraciones a la Corte, Lorena, que tenía 23 años, declaró que había decidido hacerlo porque su marido era "un hombre egoísta que jamás le daba un orgasmo". Sus abogados, convencidos que el argumento del orgasmo iba a mandar a Lorena a la cárcel perpetua, lograron probar que Bobbit abusaba frecuentemente de su esposa, causándole un síndrome de estrés pos-traumático. En un arranque de locura, producido por este mismo síndrome, la ecuatoriana había sentido el irresistible impulso de mutilar sexualmente a su marido.
Como consecuencia de este trastorno, Lorena Bobbit no podía ser responsabilizada por sus actos. Así al menos lo creyó el jurado, que dio el veredicto de inocente y simplemente forzó a Lorena Bobbit a pasar 45 días en un psiquiátrico.

La pareja recién se divorció en 1995. Aunque entre las causales de divorcio aceptadas no se encuentra "amputación del miembro del marido", la Justicia consideró que había algunos motivos de fuerza para conceder la petición.

Luego del accidente, John Bobbit se convirtió durante tres años en una estrella de la industria pornográfica. Le pagaron un millón de dólares por protagonizar "John Bobbit Uncut" (la sutil "John Bobbit sin cortes"), donde la única gracia consistió en el morbo del público por ver el estado genital de Bobbit. Según los expertos en pornografía (ninguno de los cuales trabaja en este sitio) la performance del cercenado actor y elenco es pésima.

Un año después realizó "Buttman at Nudes a Poppin 2", otra película pornográfica de contenido similar, terminando su experiencia para adultos en el '96 con la mencionada "Frankenpenis".

Para seguir en el rubro, en el 96 trabajó en un prostíbulo en Nevada y tuvo un breve romance con la actriz porno Taylor Hayes. Posteriormente fue chofer de camiones, bartender, conductor de limusina e incluso ministro en las impresentables iglesias de Las Vegas.

En el 2001 se casó con Dottie Brewer, de la que se divorció 23 días después, y un año después contrajo nupcias con una mujer llamada Joanna Ferrell. Al parecer, la experiencia con Lorena "Cuchillo Fácil" no fue muy educativa: en el 2002 se suponía que iba a pelear en cámaras para el programa de Fox, Celebrity Boxing, pero no pudo cumplir porque fue arrestado por violencia doméstica.

En el 2005 volvió a ser arrestado por esta causa, en el tercer juicio iniciado por su esposa. En febrero del 2006 fue declarado inocente por falta de pruebas.

Lo último que se supo de él fue a causa de su protagonismo en un documental británico del 2006, titulado sagazmente "Cortado: el hombre que perdió su pene", en el que participó también su ex mujer Lorena.

La ecuatoriana nacionalizada estadounidense, por otra parte, no volvió a cercenar partes ajenas con armas blancas, pero tuvo incidentes con la Justicia. En diciembre de 1997 fue acusada de golpear a su madre mientras veía televisión, pero quedó libre por falta de pruebas (a diferencia de su juicio anterior, donde la prueba estuvo siempre presente, reimplantada en el acusado).

Actualmente trabaja en Virginia, Ashburn, como peluquera. Es decir, aún trabaja con tijeras y elementos cortantes, lo que demuestra que ésta es una historia en la que nadie aprende la moraleja.



fuente: www.montevideo.com.uy

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