Una noche entre bohemios de la literatura

Por Marina Ollari

Maldita Ginebra no se encuentra en un espacio tiempo delimitado. Así, en cambio se hizo llamar un grupo de amigos escritores y poetas que cada vez que se reúnen crean un mundo paralelo, casi metafísico, con sus propias reglas o, justamente, con la falta de ellas.
La única consigna es la expresión literaria. Las lecturas están alternadas con música. Con micrófono abierto, cada uno puede manifestarse a su manera y he aquí lo relativo del arte.

El encuentro se hace todos los viernes, ininterrumpidamente desde hace siete años en el barrio del Abasto, en la zona de Almagro, Capital Federal.
Pasaron por diferentes lugares en toda su historia como ciclo de poesía: desde bares, clubes y sótanos hasta cabarets.
Hoy en día Maldita Ginebra está conducida por Héctor Urruspuru y Gerardo Curiá, y se lleva a cabo en Amerindia, una especie de casa antigua que reparte sus habitaciones para distintas actividades.
El cuarto que les fue destinado semeja un altillo propio de cualquier casa de artistas. Las paredes cubiertas con espejos, un gran sillón viejo, máscaras, montones de cuadros apilados a un costado y gatos que ronronean entre los pies de los presentes. La luz es tenue, y los ojos deben acostumbrarse al ambiente humeante. Diversos olores se mezclan entre las palabras. Humedad, cigarrillos, especies, alcohol.
Una pequeña puerta se abre y se cierra al tiempo que se integran nuevos viajantes, dejando que entren los sonidos del mundo real.
¿El contenido? Poesía de amor salvaje y desenfreno, de vidas frustradas. Poesía burguesa y de marginados.
Cada tanto, intervenciones musicales de dos guitarras y un bajo. El resto comienza a tomar de a uno el centro de la escena y a danzar. Uno portando una máscara, otro con un sombrero mariachi y una tercera con una bufanda de plumas que enrosca en el cuerpo de algunos que se limitan a aplaudir desde el rincón que eligieron para existir.
Pablo Ovin es escritor, coordina ciclos literarios (El Ascensor, en Capital federal, desde hace seis años), y entre otras actividades asiste cada tanto a Maldita Ginebra “para compartir alguna noche de poesía oscura como lo propone el ciclo, para mostrar algo de lo que hago como escritor, para escuchar a los colegas y amigos, y hasta para descubrir a alguna nueva voz de las que aparecen generalmente por ahí”.
En sus palabras, Maldita ginebra es“un encuentro de amigos con centro en la poesía (y también en la ginebra). Nada pretencioso, nada solemne ni estructurado, una variante a todos los espacios literarios de Buenos Aires donde uno también puede ir a divertirse”.

La reunión comienza entre las 23:30 y las 00, aunque como bien se especifica en su web log (blog), son impuntuales.
Pero lo más difícil es definir cómo y cuándo terminará. Puede ser a las tres de la mañana, cuando todos se suman al coro unísono de alguna canción del flaco Spinetta, como a las cinco de la mañana, cuando ya no quede una gota de alcohol en donde mojar los labios secos de prosa y todos decidan pensar boca arriba, desde el suelo.

1 comentario:

el maestro del long bow dijo...

Muchas gracias Marina por tus comentarios! Está muy buena la nota. Te esperamos cualquiera de estos viernes en Amerindia (Guardia Vieja 3559). La cerveza te la invitamos nosotros...
Urrus.